Para nadie es un secreto que Ibagué y el país en general se encuentra en una sería crisis de gestión pública, esto en gran medida, por el auge en los casos de corrupción que presenta la administración pública, y sin duda alguna, estos hechos de corrupción impiden el fortalecimiento institucional y en definitiva el desarrollo de los pueblos.
La corrupción se presenta por falta de información entre funcionarios y ciudadanía, es decir, los funcionarios públicos tienen información privilegiada que en la mayoría desconocen los ciudadanos; generando así, distorsiones de información que los funcionarios públicos sin ética aprovechan para desfalcar los dineros públicos, ahora bien, el Gobierno Nacional y el legislativo tiene múltiples normas con el único objetivo de corregir la presencia de información asimétrica en la administración pública, leyes de acceso a la información, política antitrámites, Gobierno en línea, mecanismos de participación ciudadana y control social y el Estatuto anticorrupción.
Sin embargo, el esfuerzo normativo no ha disminuido los casos de corrupción, en gran medida por la falta de participación ciudadana, ésta misma que facilita la actividad delictiva de los amigos de lo ajeno.
En la actualidad se destaca el aporte que los medios de comunicación están realizando para informar a toda la comunidad sobre los malos manejos del erario, es decir, casos como los Juegos Nacionales, el alumbrado navideño, pesebres navideños, desfalco a la salud y el más reciente caso de Infotic, son denunciados por medios de comunicación independientes y profesionales los cuales están desarrollando un verdadero ejercicio periodístico, sin embargo, la ausencia de participación ciudadana es una constante que debemos eliminar, debo aclarar, tenemos buenas veedurías ciudadanas, sin embargo, en algunos casos la falta capacitación para el óptimo funcionamiento de las mismas, no les permiten cumplir con su objeto social adecuadamente.
En estos tiempos donde la corrupción se evidencia en todas las esferas del poder, el llamado, sin duda alguna, será vincular a la comunidad en la toma de decisiones. Esta labor es fundamental en el ejercicio de participación ciudadana y en la satisfacción de lo público; mejores ciudadanos llevarán a fortalecer la democracia y brindará legitimidad al Gobierno, en ese sentido, programas como presupuestos participativos deben ser prioridad en la administración y deben estar acompañados por estrategias de formación y promoción de veedurías ciudadanas. En otras palabras, la Contraloría y la Personería deben liderar mecanismos en pro del fortalecimiento de la participación ciudadana.
Finalmente, la discusión debe estar asesorada por las universidades, desde la educación y con la firma de convenios interadministrativos Gobierno-Universidad, y de la mano de los medios de comunicación sería posible generar un ambiente Anticorrupción en la administración.
Lograr participación ciudadana debe ser un eje central en toda administración y no sólo un discurso electoral, la invitación es a fortalecer las competencias y fomentar espacios de participación ciudadana.
Igualmente, no debemos dejar solos a los medios de comunicación en está difícil tarea que, hasta el momento y gracias al profesionalismo de nuestros comunicadores-periodistas, han cumplido en mantener informados a los ciudadanos.
POR GUILLERMO NARANJO
Tomado de El Irreverente Ibagué
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